sábado, 11 de abril de 2015

Enfocado en la meta.

Consciencia de tus potenciales y limitaciones
El autoconocimiento es un arma muy poderosa para enfrentar las adversidades y los retos, es muy útil utilizarlo a nuestro favor. Implica conocer cuáles son nuestras principales fortalezas y habilidades, así como las limitaciones y defectos. De esta manera podremos trazarnos metas más objetivas que no solo tienen en cuenta sus necesidades y sueños, sino también los recursos de los que disponemos para conseguirlas.
Creatividad.
 La persona con una alta capacidad de autocritica no se limita a intentar pegar el jarrón roto, es consciente de que ya nunca a volverá a ser el mismo. Hará un mosaico con los trozos rotos, y transformará su experiencia dolorosa en algo bello o útil. De lo vil, saca lo precioso.
Confían en las capacidades. 
Al ser conscientes de
los potencialidades y limitaciones, éstas personas confían en lo que son capaces de hacer. Si algo les caracteriza es que no pierden de vista sus objetivos y se sienten seguras de lo que pueden lograr. No obstante, también reconocen la importancia del trabajo en equipo y no se encierran en sí mismas, sino que saben cuándo es necesario pedir ayuda.
Asumen las dificultades como una oportunidad para aprender. 
A lo largo de la vida enfrentamos muchas situaciones dolorosas que nos desmotivan, pero debemos de ser capaces de ver más allá de esos momentos y no desfallecer. Estas personas asumen las crisis como una oportunidad para generar un cambio, para aprender y crecer. Saben que esos momentos no serán eternos y que su futuro dependerá de la manera en que reaccionen. Cuando se enfrentan a una adversidad se preguntan: ¿qué puedo aprender yo de esto?
Practican la conciencia plena. 
Estos individuos tienen el hábito de estar plenamente presentes, de vivir en el aquí y ahora y de tienen una gran capacidad de aceptación. Para estas personas el pasado forma parte del ayer y no es una fuente de culpabilidad y zozobra mientras que el futuro no les aturde con su cuota de incertidumbre y preocupaciones. Son capaces de aceptar las experiencias tal y como se presentan e intentan sacarles el mayor provecho. Disfrutan de los pequeños detalles y no han perdido su capacidad para asombrarse ante la vida.
Ven la vida con objetividad, pero siempre a través de un prisma optimista. Con objetividad, saben cuáles son sus potencialidades, los recursos que tienen a su alcance y sus metas, pero eso no implica que no sean optimistas. Al ser conscientes de que nada es completamente positivo ni negativo, se esfuerzan por centrarse en los aspectos positivos y disfrutan de los retos. Estas personas desarrollan un optimismo realista, y están convencidas de que por muy oscura que se presente su jornada, el día siguiente puede ser mejor.
Se rodean de personas que tienen una actitud positiva. 
Cultivar amistades es fundamental, por lo que generalmente se rodean de personas que mantienen una actitud positiva ante la vida y evitan a aquellos que se comportan como vampiros emocionales. De esta forma, logran crear una sólida red de apoyo que les puede sostener en los momentos más difíciles.
No intentan controlar las situaciones. 
Una de las principales fuentes de tensiones y estrés es el deseo de querer controlar todos los aspectos de nuestra vida. Por eso, cuando algo se nos escapa de entre las manos, nos sentimos culpables e inseguros. Sin embargo, las personas con determinación saben que es imposible controlar todas las situaciones, han aprendido a lidiar con la incertidumbre y se sienten cómodos aunque no tengan el control.
Son flexibles ante los cambios. 
Tienen una radiografia de su imagen muy clara y saben perfectamente qué quieren lograr, también tienen la suficiente flexibilidad como para adaptar sus planes y cambiar sus metas cuando es necesario. Estas personas no se cierran al cambio y siempre están dispuestas a valorar diferentes alternativas, sin aferrarse obsesivamente a sus planes iniciales o a una única solución.
Son tenaces en sus propósitos. 
Ser flexibles no implica que renuncien a sus metas, al contrario, si algo las distingue es su perseverancia y su capacidad de lucha. La diferencia estriba en que no luchan contra molinos de viento, sino que aprovechan el sentido de la corriente y fluyen con ella. Estas personas tienen una motivación intrínseca que les ayuda a mantenerse firmes y luchar por lo que se proponen.
Afrontan la adversidad con humor. 
Una de las características esenciales es su sentido del humor, son capaces de reírse de la adversidad y sacar una broma de sus desdichas. La risa es su mejor aliada porque les ayuda a mantenerse optimistas y, sobre todo, les permite enfocarse en los aspectos positivos de las situaciones.
Buscan la ayuda de los demás y el apoyo social. 
Cuando pasan por un suceso potencialmente traumático su primer objetivo es superarlo, para ello, son conscientes de la importancia del apoyo social y no dudan en buscar ayuda profesional cuando lo necesitan.

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