Hoy más que nunca en el mundo, el hombre tiene a su alcance, una serie de posibilidades impresionantes, pero solo el 10% de la población mundial, disfruta del 90% de la riqueza, que disparidad. ¿Por qué? Empieza la turbulencia, no te lo voy a decir ahora con mis palabras, te lo voy a contar con palabras de hace 2000 años. "Al que tinen mucho, se le dará más, y al que tiene poco, aún lo poco, le será quitado". Esto lo dijo Jesucristo.
Voy a explicar por qué lo dijo. Nadie te lo quita, te lo quitas tu solo. Fíjate bien, existen tres diferentes grupos de personas, te puedes poner en la que tú quieras, el primer grupo, son la mayoría de las personas que viven la vida de una manera cómoda, no quieren esfuerzos, pero lo mas grave de este grupo, es que no tienen disciplina ni determinación, ahí es donde la cosa se empieza a descomponer, no hacen ningún esfuerzo, viven al día, nunca van a lograr sus sueños, se van a quejar toda la vida. Viven resentidos, amargados. "¿Por qué aquel sí y yo no?" Esto es porque ellos mismos lo generan.
El segundo grupo, también un gran porcentaje, son las personas que no se atreven a tomar riesgos, viven presa del miedo. Viven angustiados por lo que va a pasar, por lo tanto, no desarrollan, ni sus talentos, ni sus potenciales. Como estas personas viven en el miedo, siempre están esperando a que les den la oportunidad, ¿Cuántas cosas has perdido en tu vida por miedo? Te quejas de tu sueldo todos los días y, qué haces para ganar más, no haces nada, pero te estás quejando a todas horas. Si como se quejan trabajaran, este país sería diferente.
El tercer bloque de personas, que es el menos numeroso, no llega ni al 10%, son las que tienen el valor, el coraje y la disciplina de luchar por su sueño. Aquí es donde el mundo se congela. Tu puedes desear muchas cosas, pero si no haces algo, entonces no puedes pedirle a la vida que te lo de. Puedes quejarte lo que quieras, de tu jefe, del sistema, pero si no haces nada por modificar tus hábitos y por modificar el sistema, no tienes derecho a quejarte. Gran parte de nuestra sociedad, vive en el síndrome del limón, exprimido y amargo. No damos jugo y amargamos a los que nos rodean.
La vida, va a ser cualquier cosa que tu quieras que sea. Para algunos, va a ser un valle de lágrimas, viven siempre con el síndrome de amargura.
La vida para otros, puede ser una lucha, una escuela y para los menos, la vida puede ser la oportunidad de dejar huella. Tu pones tu sello en todo lo que tu haces. Siempre, te guste o no. Si lo que tu haces quieres que tu sello sea una marca pirata, pues adelante, pon ese sello. En ese sentido hay una premisa que dice: "Cualquiera que sea tu realidad interior, va a ser tu realidad exterior." En otras palabras, tú eres el reflejo de tu interior, si en tu corazón traes amargura o fustración, todo lo que sale de ti, que va a ser, esa amargura y fustración. Por lo tanto, para que cambie mi exterior, primero ha de cambiar mi interior. No puede cambiar tu realidad exterior si no cambia tu realidad interior. No puede cambiar la relación con tu pareja o tu actitud en tu trabajo , si no cambia lo que piensas sobre tu pareja o cambias lo que piensas de tu trabajo.
Seguirá en otro post.
"Vive la vida con pasión"
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