Tanto así, que llegamos por naturaleza a estados de comodidad (confort) e incomodidad ya sea física o mentalmente, con respecto a las situaciones que vivimos a diario.
Es
importante destacar, que nuestra naturaleza humana, nos acondiciona
para intentar en todo momento, evitar las amenazas que puedan atentar
contra nuestra existencia. Y por esta razón, buscamos siempre acercarnos al placer, y alejarnos del displacer.
Por lo que de manera inconsciente, estamos buscando en todo momento, permanecer dentro de algo llamado “nuestra zona de confort“. Esto implica que busquemos la comodidad, y evitemos la fatiga de hacer cosas nuevas o vivir experiencias desconocidas.
El miedo es el principal factor que nos afecta a la hora de querer expandir, o salir de nuestra zona de confort, por genética, le tenemos miedo a lo desconocido.
Ahora bien, esto no significa que permanecer dentro de nuestra zona de confort
esté mal. Sin embargo, si alguna vez quieres superar tus expectativas y
llegar a mejorar de manera asombrosa, sin duda, tendrás que expandir tu
zona de confort, para lo que tendrás que salir de ella y adaptarte a nuevas vivencias.
La zona de confort,
es el conjunto de límites que nos impiden avanzar. Cuando superamos
estos límites, ampliamos nuestra perspectiva, y logramos alcanzar nuevos
horizontes. Esto aplica diferente para cada persona en específico, pero
a continuación encontrarás algunos consejos generales, que te
permitirán salir de tu zona de confort exitosamente y con ello, superar tus propias expectativas.
La zona de confort es un estado mental
Aquellos
elementos que te rodean y que consideras parte de tu comodidad, son
percibidos de esa manera, gracias a tus ideas y a tu mente. Lo que a ti
te parece cómodo, a otros quizás les aterrorice.
En
ocasiones, permanecer dentro de un estado mental cómodo, puede
convertirse en algo rutinario, aburrido y sin mencionar, que nos evita
significativamente obtener progreso alguno. Perder el miedo a salir de
nuestra zona de confort, empieza desde dentro. Desde nuestros pensamientos, ideas y sentimientos.
Comprender
que todo lo que percibimos no es más que una interpretación que nos
entrega nuestro cerebro del universo, nos permite ver de manera
diferente las cosas. Y quizás, después de todo, ese miedo que tenemos de
emprender y tomar acción en nuestras vidas, no sea más que un producto
de nuestra imaginación.
Los límites los pones tú
Debes
confiar plenamente en ti mismo, y saber, que todo aquello que te limita
física y emocionalmente, lo hace porque tu has decidido
(inconscientemente) que así sea. Eres tú mismo quien define tus
alcances. Eres tú mismo quien construye las barreras para evitar el
progreso y alejarse de peligros (mayoritariamente imaginarios).
En este orden de ideas, lo ideal al querer salir de tu zona de confort,
es autoevaluarte y ponderar tus pensamientos más significativos.
Cuestionarte. ¿Son nuestros prejuicios una realidad? o solo son parte de
lo que imaginamos que podría ser.
¿Como
podrían reaccionar los demás ante cierto cambio de actitud u omisión?
¿realmente a los demás les importa si mi vida cambia? o en ocasiones
les atribuyo mucho más de lo que deberían.
Fácilmente
descubrirás si tus miedos son reales, o son sencillamente imaginarios, y
en caso de ser reales, tu refugio podrá estar, en aquellas personas que
hayan superados los obstáculos a los que ahora te enfrentas.
Crea nuevos hábitos, experimenta
Salir de tu zona de confort,
no significará otra cosa, que no sea hacer algo nuevo. Experimentar y
tener curiosidad en todo momento te ayudará a expandir tus límites.
Recuerda que al ser tus límites netamente mentales, expandirlos será
cuestión de tiempo.
Todo lo que hacemos en nuestra vida, es un hábito, crear hábitos vitales que nos permitan salir de nuestra zona de confort, es sencillo mediante la persistencia planeada.
Intenta
cada día, hacer algo nuevo. Prueba tomar diferentes caminos, visitar
diferentes lugares, hablar con personas distintas o realizar tareas de
formas alternativas. Esto poco a poco te acondicionará para aceptar el
cambio y lo nuevo. Con el tiempo, podrás ser muy poco resistente a la
novedad, y con ello, el impacto del éxito que logres será increíble.
Recuerda
que las grandes playas, están formadas por pequeños granos de arena.
Empieza hoy mismo a aportar a tu vida, estos granitos de arena que te
permitirán desarrollarte personalmente y que finalmente te llevarán un
paso más allá.
Nunca desistas
Si haces algo nuevo y adaptas ciertas actividades a tu vida, que se encuentren fuera de tu zona de confort, estas, quedarán incluidas en dicha zona de confort. Por lo que al parecer, salir de nuestra zona de confort parece un ciclo infinito.
Es importante entonces, tener en cuenta, que solo la persistencia nos permitirá expandir nuestra zona de confort. Y que el éxito es un camino, no un punto de llegada.
Desistir
en la mitad del camino, significa tirar a la basura todos los logros
anteriores. Perseverar en cambio, demuestra de que estamos hechos y
mejora nuestras vidas sobre manera.
El objetivo final de salir de nuestra zona de confort en ocasiones, es simplemente mejorar. Ser una mejor persona, un mejor ser humano. Ayudar a otros y mejorar el mundo.
Así que… ¿porque no lo intentas?
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