Ejercicio 1
Piensa en una crisis o en un desafío por el que tu equipo haya pasado recientemente. Retrocede con tu equipo en el tiempo para ver la cadena de acontecimientos que condujeron a la actual crisis por la que estáis pasando. Identificad los distintos resultados deseados por cada uno y lo que cada uno hizo, más allá de sus responsabilidades y trabajo habitual, para alcanzarlos.
Pregunta también qué nuevas conductas, actitudes y maneras de hacer serían necesarias para generar los resultados deseados. Y preguntaros: ¿Cómo podríamos utilizar estas nuevas capacidades para afrontar los desafíos que puedan aparecer en el futuro?
Ejercicio 2
Recuerda ahora una situación de crisis por la que hayáis pasado hace ya un tiempo. ¿Cómo lo resolvisteis? Piensa esto:
¿Os podría ayudar ahora para resolver un nuevo conflicto? ¿Habéis utilizado las lecciones que aprendisteis entonces en resolver sucesivos conflictos o crisis que hayan ido surgiendo en la empresa?
¿Os podría ayudar ahora para resolver un nuevo conflicto? ¿Habéis utilizado las lecciones que aprendisteis entonces en resolver sucesivos conflictos o crisis que hayan ido surgiendo en la empresa?
Ejercicio 3
Acuérdate de una conversación complicada que hayas mantenido recientemente. ¿Cuánto tiempo duró? La respuesta te dará una pista razonablemente fiable sobre tu nivel de tolerancia ante el desequilibrio. ¿Qué haces cuando te sientes sobrepasado por el desorden o por el conflicto o cuando percibes que otras personas de tu equipo se pueden sentir de esta forma? ¿Das por terminada la conversación? ¿Reprimes la emoción? Si tu tolerancia ante el conflicto es baja, ¿qué puedes hacer para reforzarla?
Ejercicio 4
La próxima vez que asistas a una reunión dibuja dos columnas en un papel. En la de la derecha escribe las afirmaciones o preguntas que planteaste en respuesta al comentario de otra persona. Anótalas palabra por palabra. En la columna de la izquierda, escribe lo que realmente pensabas cuando hiciste esos comentarios. Mira ambas listas y pregúntate que te sugieren las diferencias.
Ejercicio 5
Cuando tu organización o tu equipo pasan por un período de estrés o de malestar,¿quién refleja más el estrés por el que está pasando todo el equipo? Reúnete con esa persona para saber qué es lo que está asumiendo en nombre del equipo y descubre el origen del estrés. ¿Se trata de valores contradictorios, de puntos de vista reprimidos, de protegerse de las pérdidas o de otra cosa?
Ejercicio 6
La próxima vez que te des cuenta de que te sientes sobrepasado por una situación, pregúntate: ¿De quién es la carga que llevo? ¿Qué puedo hacer para devolvérsela a...? En lugar de saltar a otro punto de tu lista de tareas, analiza a quién compete y desarrolla una estrategia para devolvérsela a un ritmo que se pueda asimilar (tú y esa otra persona).
Ejercicio 7
Fíjate en tu equipo y piensa en qué os impide ser más atrevidos y pregúntate: ¿Qué os impide asumir riesgos? ¿Es responsabilidad tuya? ¿Has creado un negocio en el que está permitido asumir riesgos?
Ejercicio 9
Elabora una lista con experiencias negativas que hayas tenido en el pasado con figuras de autoridad. ¿Te has parado a pensar cómo afectaron esas experiencias a tus relaciones con esas mismas figuras en la actualidad? ¿Cómo tiendes a relacionarte con la autoridad?¿Qué efectos ha tenido hasta ahora la manera de relacionarse con la autoridad sobre tu capacidad para ejercer el liderazgo en tu empresa?
Ejercicio 10
Piensa en qué personas, de todas las que conoces, parecen más conscientes de sus objetivos primordiales y se muestran más fieles a ellos en su conducta y en sus elecciones cotidianas. ¿Qué hace que esas personas sean tan conscientes de sus metas y se muestren tan fieles a ellas? ¿Qué efecto tiene esto sobre ti? Si te das cuenta de que lo que haces a diario no tiene nada que ver con el objetivo principal de tu tarea o de tu empresa, quizá deberías replantearte tu día a día.
Y recordad, disfrutar de la vida y ser felices.
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